viernes, 22 de enero de 2010

Destino

Si el destino ya estuviera escrito, pensaría que fue escrito en comedia. No le creería y modificaría la historia a manera de drama y versos… pero no creemos en él; entonces, si esto no fue coincidencia, dime que tú y yo necesitamos estar juntos. ¿Por qué si estando tan lejanos nos une un sólo ritmo, una letra, una canción?, ¿por qué si merecemos estar juntos, sólo pensamos en huir?

Somos sólo personajes de una historia contemporánea, el escritor maquiavélicamente trazó nuestros caminos para fantasear con estar juntos, nos imaginó opuestos y eternos, con un amor prodigio que no da para más que 5 minutos. Somos por excelencia la pareja perfecta en la historia, pero con personalidades mediocres que dan ese sabor cómico en el drama. Sí, habemos de matar por conseguirnos como Helena y Narciso, esa historia que escribí, sustentando la hipótesis de medios. Pero si el fin justifica los medios, llegar a ti en aquel inmenso mar, excusa mi miedo de no tenerte y alejarme siempre de ti.

Nos han manejado tantas veces con finales insólitos y terriblemente exóticos, felices y juntos; sin embargo, seguimos en el mismo camino separado, anudando las agujetas y permaneciendo al mismo ritmo; avanzando y creando estrategias para no volvernos a unir. Aunque en el fondo, planeamos con solemne responsabilidad cumplir ese epílogo que el escritor tiene sesgado para nosotros.

Nos han barajado tantos nombres con significados épicos y centellantes, pero sólo somos tú y yo serpentenado en la vida del otro. Apareciendo como generación espontánea y desapareciendo fortuitamente.

Me parece que el Destino no está escrito por nosotros, y si la obviedad me lo permite, tampoco el escritor ha trabajado tanto en estos personajes, más bien se mofa de cada uno.

Si hablo por nosotros, al Destino lo hemos seguido al pie de la letra y hemos querido modificarlo, aunque terminamos siempre soslayándonos, haciéndole estúpidas reverencias a los amores que hemos dejado atrás por el egoísmo de no estar y ser lastimados. ¿Somos nosotros o es la historia?

No nos merecíamos tal oportunidad de reencontrarnos. Ahora habrá que seguir el camino olvidando el Destino y el estigma de la historia; en cada paso dado la huella estampada en el asfalto… los recuerdos marcados en la tierra y esa música que será prohibida para no justificar.

No, mejor no pensemos que fue Destino, dejémoslo en mera coincidencia literaria, yo pertenecía a una historia pagana distinta y de repente, en la imaginación del autor, me atravesé en tu historia épica y fantástica; olvidémonos de premisas insulsas, de letras esporádicas y de una historia que no se logra finalizar.

¿Será que esta historia será escrita cada momento en que aparezca una canción que nos haga retomar el camino que nos llevó a la perdición de algo que llama “amor?, finalmente somos sólo personajes que buscan el significado del Destino.

Siempre será un placer coincidir en la historia, contigo.

El autor perdido. La mujer pagana. El hombre épico. Las tres historias

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